Nuestro Lema

Salir a predicar y servir en el barrio, la ciudad, el pais y el mundo, simultaneamente, involucrando a todos los miembros de la Iglesia en el poder del Espíritu Santo.

La Puerta Abierta

Nuestra Propuesta

Una puerta abierta es un símbolo de esperanza... la posibilidad de un camino a transitar.
Nuestra vida está llena de puertas cerradas, horarios vencidos, oportunidades postergadas, ilusiones defraudadas. Y es inútil insistir y confiar en una puerta que siempre está cerrada cuando la necesitamos.

Cada día se nos hace más claro que las propuestas que nos presenta esta sociedad son incompletas y efímeras. Después de haber creído que el tener más, nos acercaba a la felicidad, hoy sabemos que la vida vale realmente la pena, cuando aprendemos a transitar por el camino de la fe y el amor. Ese único camino tiene una sola puerta, una puerta que se abre ante nosotros, para devolvernos la esperanza y la felicidad.

Jesús dijo: "Yo soy la puerta, el que por mí entrare, será salvo". Juan 10:9

Qué Creemos

Creemos que Dios es Eterno, existe en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios es el Creador del Universo. Creemos que conforme a Su propósito de gracia, envió al Señor Jesucristo para salvar a la raza humana.

Creemos que Jesucristo es Dios manifestado en carne, nacido de la virgen María por obra del Espíritu Santo. En su humanidad, Cristo, que vivió sin pecado, era verdadero Dios y verdadero hombre, quien con Su mensaje, maravillas, prodigios y milagros comunicó la voluntad de Dios para la humanidad, tal como lo narran los cuatro Evangelios. Creemos que es nuestro único Salvador y que para tal fin fue crucificado, muerto, sepultado y resucitó al tercer día. Que por esa obra pagó a Dios el precio por el rescate del pecado para toda la humanidad. Que ascendió a los cielos, de donde volverá en forma corporal y visible para establecer Su Reino. Creemos que es el único mediador entre Dios y los hombres y que intercede en el Cielo a favor de los salvados en calidad de Sumo Sacerdote o Pontífice.

Creemos que el Espíritu Santo es una persona: es Dios y posee todos Sus atributos. Mora en el interior de todos los que aceptaron a Cristo como Señor y Salvador, sellándolos en el momento de la Salvación. Creemos que es el Espíritu Santo el que capacita a cada miembro del Cuerpo de Cristo, otorgándole dones para bendición, edificación y crecimiento de la Iglesia.

Creemos en la realidad actual del Reino de Dios o el Reino de los cielos en forma invisible y presente en todos los que voluntariamente han aceptado a Jesucristo y decidido sujetarse a Sus normas, santificar su vida y someterse bajo Su Señorío.

Creemos en la realidad del Reino de las tinieblas establecido por el diablo –que es también Satanás- el día en que siendo un ser perfecto, eligió rebelarse contra Dios y fue destronado. Por su calidad de creado y de caído tanto él como sus ángeles y seguidores tienen poderes limitados. Su función principal es oponerse a Dios y a todos los Suyos, procurando destruir el Reino de los Cielos.
En consecuencia, todos los cristianos están en constante lucha contra él y sus aliados, no solamente por sus ataques, sino también por la necesidad de ayudar al prójimo a salir de ese Reino donde se encuentra desde el nacimiento

Creemos que la salvación que comprende el perdón de los pecados, la comunicación de una nueva naturaleza y la esperanza de vida eterna, está completamente aparte de las buenas obras, el bautismo, la membresía de la iglesia o de los esfuerzos del hombre, y que es POR PURA GRACIA DE DIOS.

Creemos que el creyente verdadero está seguro eternamente y que no puede perder su salvación, pero que el pecado puede interrumpir el gozo de su comunión con Dios y acarrearle la disciplina amante de Su Padre Celestial.

Creemos que ser cristiano es el estilo de vida propuesto por Cristo y que el poder de Dios se demuestra por una conducta que responde íntegramente a su voluntad.

Creemos que por esta causa el cristiano está dotado de la capacidad de cambio en todas las áreas de su ser, para ajustar su vida íntima, sus relaciones de familia y con sus semejantes, de modo que pueda constituirse también en un factor decisivo de cambio para la sociedad.

Creemos que tenemos una alta responsabilidad social que nace de las enseñanzas concretas del Nuevo Testamento, fundamentados en el amor al prójimo.

Creemos, por lo tanto, que el compromiso social que Jesús delegó a cada uno de Sus discípulos, conlleva a relacionarnos con nuestro prójimo en forma tanto espiritual como práctica.

Creemos que la meta de cada cristiano es crecer en madurez espiritual por medio de la obediencia

a la Palabra de Dios y por el Espíritu Santo que habita dentro suyo.

LA PERSONA DEL ESPÍRITU SANTO.

En el escrito titulado Qué creemos leemos sobre la tercera persona de la trinidad.

Creemos que el Espíritu Santo es una persona: es Dios y posee todos Sus atributos.
Mora en el interior de todos los que aceptaron a Cristo como Señor y Salvador, sellándolos en el momento de la Salvación.
Creemos que es el Espíritu Santo el que capacita a cada miembro del Cuerpo de Cristo, otorgándole dones para bendición, edificación y crecimiento de la Iglesia.

Hay muchos conceptos erróneos sobre la identidad del Espíritu Santo.
Algunos ven al Espíritu Santo como una fuerza mística.
Otros entienden al Espíritu Santo como el poder impersonal que Dios pone a disposición para los seguidores de Cristo.

I.      El Espíritu Santo es una persona como el Padre y el Hijo.

Dicho de una manera sencilla, la Biblia dice que el Espíritu Santo es Dios.
La Biblia también nos dice que el Espíritu Santo es una persona con una mente, emociones y voluntad.
El Espíritu Santo tiene características de persona.

1. Tiene inteligencia.

1 Corintios 2: 10 y 11.
10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por medio del Espíritu, porque el Espíritu lo examina todo, aun las profundidades de Dios.
11 Porque ¿quién de entre los hombres puede saber las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

2. Tiene emociones.

Efesios 4: 30
“Y no contristéis, (entristecer) al Espíritu Santo de Dios”.

3. Tiene voluntad propia.

1 Corintios 2: 11
Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

El Espíritu Santo actúa como una persona.

II. La Deidad del Espíritu Santo.

Tiene nombres y títulos de la Deidad.

1.  Kyrios. Adonai
Lo que el Señor dice en Isaías 6: 8-10
Lo dice el Espíritu Santo en Hechos 28: 25 al 27

Isaías 6: 8 al 10
8 Después oí que el Señor (Kyrios) preguntaba: « ¿A quién enviaré como mensajero a este pueblo? ¿Quién irá por nosotros?».
—Aquí estoy yo—le dije—. Envíame a mí.
9 Y él me dijo:
—Bien, ve y dile a este pueblo:
“Escuchen con atención, pero no entiendan; miren bien, pero no aprendan nada”.
10 Endurece el corazón de este pueblo;  tápales los oídos y ciérrales los ojos. De esa forma, no verán con sus ojos, ni oirán con sus oídos, ni comprenderán con su corazón para que no se vuelvan a mí en busca de sanidad.

Hechos 28: 25 al 27
25 Después de discutir entre unos y otros, se fueron con las siguientes palabras finales de Pablo: «El Espíritu Santo tenía razón cuando les dijo a sus antepasados por medio del profeta Isaías:
26 “Ve y dile a este pueblo: Cuando ustedes oigan lo que digo, no entenderán. Cuando vean lo que hago, no comprenderán.
27 Pues el corazón de este pueblo está endurecido, y sus oídos no pueden oír, y han cerrado los ojos, así que sus ojos no pueden ver, y sus oídos no pueden oír, y su corazón no puede entender y no pueden volver a mí para que yo los sane”

Otro nombre es:

2. Espíritu de Dios.

Romanos 8: 9;
Pero ustedes no viven según las intenciones de la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en ustedes.

Romanos 8: 14;
Porque los hijos de Dios son todos aquellos que son guiados por el Espíritu de Dios.

1 Corintios 2: 11;
1 Corintios 12: 3;
Efesios 4: 30

Él posee atributos divinos

3. Él es preexistente.

4. Omnipresente.

Salmo 139: 7 y 8
¿Dónde puedo esconderme de tu espíritu?
¿Cómo podría huir de tu presencia?
8 Si subiera yo a los cielos, allí estás tú;
si me tendiera en el sepulcro, también estás allí.

5. Él formo parte de la Creación

Génesis 1: 1 y 2
Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.
2 La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas cubrían la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.

6. Él es igual con Dios.

Mentir al Espíritu es mentirle a Dios
Hechos 5: 3 y 4 
3 Entonces Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué le permitiste a Satanás que entrara en ti para mentirle al Espíritu Santo y sustraer parte de tu dinero?
4 …No les has mentido a los hombres, sino a Dios.»

III.     El rol del Espíritu Santo antes de la Iglesia.

1. Tomo parte en la creación.

Job 33: 4
El espíritu de Dios me ha creado; el soplo del Todopoderoso me dio vida.

2. Guío y protegió al pueblo de Israel.

Isaías 63: 14
El espíritu del Señor fue su pastor. Los guió como al ganado cuando baja a las cañadas. ¡Así, Señor, guiaste a tu pueblo, y te ganaste fama y gloria!

3. Hablo a través de los profetas para producir las escrituras.

2 Pedro 1: 20 y 21.
Pero antes que nada deben entender esto: Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
21 porque la profecía nunca estuvo bajo el control de la voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron bajo el control del Espíritu Santo.

El selectivamente y condicionalmente vino sobre las vidas de ciertos personajes del Antiguo Testamento.

José           Gen. 41: 38;
Josué             Números 27: 18
Saúl                1 Samuel 10: 9 y 10;
David              1 Samuel 16: 13 etc.
La presencia del Espíritu estuvo específicamente relacionada  a capacitar a esas personas para realizar cierto trabajo.

El espíritu Santo dejaba de habitar en una persona en caso de desobediencia.

El Espíritu dejo a Saúl
1 Samuel 16: 14
Como el espíritu del Señor ya se había apartado de Saúl.

Cuando David cayo en pecado el oró para que el Espíritu no fuera quitado de él.
Salmo 51: 11
No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.

IV.     Él fue el agente de poder en la vida terrenal del Señor Jesucristo.

1. Él fue el agente en la concepción virginal de María.

Lucas 1: 35
El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el Santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios.

2. Era el poder en el ministerio del Señor.

Mateo 12: 28
Pero si yo expulso a los demonios por el poder del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes.

Lucas 4: 1
Jesús volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo, y fue llevado por el Espíritu al desierto.

Lucas 4: 18
«El Espíritu del Señor está sobre mí.
Me ha ungido para proclamar buenas noticias a los pobres;
me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos,
a dar vista a los ciegos,
a poner en libertad a los oprimidos
19 y a proclamar el año de la buena voluntad del Señor.»

3. Él fue el agente de poder en la resurrección.

Romanos 1: 4
Pero que conforme al Espíritu de santidad fue declarado Hijo de Dios con poder, por su resurrección de entre los muertos.

Romanos 8: 11
11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús vive en ustedes, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que vive en ustedes.

 V. Es el agente de salvación.

1. Él dirige y capacita la evangelización.

La Gran  Comisión
Hechos 1: 8.
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Ejemplo
Felipe/Etíope
Hechos 8: 29
Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.

2. Convence a las personas de su pecado.

Juan 16: 8
Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

3. Él regenera (salva) a las personas.

Él lava a las personas de su pecado y les da una nueva naturaleza. 
Tito 3: 4 -6.
4 Pero Dios nuestro Salvador mostró su bondad y su amor por la humanidad,
5 y, sin que nosotros hubiéramos hecho nada bueno, por pura misericordia nos salvó lavándonos y regenerándonos, y dándonos nueva vida por el Espíritu Santo.
6 Pues por medio de Jesucristo nuestro Salvador nos dio en abundancia el Espíritu Santo.

En el momento que el Espíritu produce el “nuevo nacimiento”, la persona entra al “Reino de Dios” que es igual a tener vida eterna.

4.  Él sella a la persona. Seguridad eterna.

La presencia del Espíritu Santo es el “sello” o garantía que la persona es salva  eternamente.
Efesios 1: 13
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

5. Él bautiza (coloca) a los creyentes en el cuerpo de Cristo.

a. ¿Qué es el bautismo del Espíritu Santo? 

Es la tarea del Espíritu de incorporarnos a la Iglesia universal.
El cuerpo de Cristo.
La Iglesia en todo lugar y en toda edad
1 Corintios 12: 13
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

b. Cuando ocurre el bautismo del Espíritu Santo.

En cada creyente ocurre en el momento de la conversión.
1 Corintios 12: 13
Gálatas 3: 26 al 28
Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

-Históricamente es algo que sucede en el tiempo de la Iglesia.
Anunciado en Hechos 1: 5 que se cumple cada vez que una persona le entrega su vida al Señor.
Nota: Excepciones:
En el día de Pentecostés cuando el tiempo de la Iglesia comenzó, los nuevos creyentes tanto como los que ya eran fueron bautizados por el Espíritu.
Hechos 2.
También en otros dos casos en la Iglesia primitiva el Espíritu no fue dado a los creyentes hasta que algún apóstol estuviera presente.
Hechos 8: 14 al 17; 19: 1 al 6

VI. Es el agente de nuestra santificación.

(Como los salvados crecemos en la fe)

El llena a los Creyentes.

1. El Espíritu habita en todos los creyentes en esta etapa de la Iglesia.

Romanos 5: 5;
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.

Romanos 8: 9
Pero ustedes no viven según las intenciones de la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 

1 Corintios 3: 16
¿No saben que ustedes son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?

1 Corintios 6: 19.
¿Acaso ignoran que el cuerpo de ustedes es templo del Espíritu Santo, que está en ustedes, y que recibieron de parte de Dios, y que ustedes no son dueños de sí mismos?

(A diferencia del Antiguo Testamento que solo habitaba en unos pocos).

2. El Espíritu habita en todos los creyentes permanentemente en este tiempo.

Juan 14: 16 y 17
Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre:
17 es decir, el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir porque no lo ve, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes, y estará en ustedes.

(A diferencia que en el Antiguo Testamento donde el Espíritu podía ser quitado de la persona).

VII.    Porque él habita en cada creyente puede realizar sus otros ministerios en nuestras vidas.

1. Nos guía a la verdad.

Juan 16: 13
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;

2. Nos ayuda en la oración.

Romanos 8: 26
Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

3. Nos da seguridad de que somos salvos.

Romanos 8: 16
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

4. Él le da a los creyentes dones repartiéndolos como él quiere.

1 Corintios 12: 1 al 11
Queridos hermanos, quiero que sepan acerca de las capacidades que da el Espíritu Santo.
2 Cuando ustedes aún no habían creído en Cristo, cometían el error de adorar ídolos que ni siquiera pueden hablar.
3 Sólo quienes son guiados por el Espíritu Santo reconocen que Jesús es el Señor. Por eso, quiero que entiendan que ninguna persona puede maldecir a Jesús, si es guiada por el Espíritu Santo.
4 Los que pertenecen a la iglesia pueden tener distintas capacidades, pero todas ellas las da el mismo Espíritu.
5 Se puede servir al Señor Jesús de distintas maneras, pero todos sirven al mismo Señor.
6 Se pueden realizar distintas actividades, pero es el mismo Dios quien da a cada uno la habilidad de hacerlas.
7 Dios nos enseña que, cuando el Espíritu Santo nos da alguna capacidad especial, lo hace para que procuremos el bien de los demás.
8 A algunos, el Espíritu les da la capacidad de hablar con sabiduría, a otros les da la capacidad de hablar con mucho conocimiento,
9 a otros les da una gran confianza en Dios, y a otros les da el poder de sanar a los enfermos.
10 Algunos reciben el poder de hacer milagros, y otros reciben la autoridad de hablar de parte de Dios. Unos tienen la capacidad de reconocer al Espíritu de Dios, y de descubrir a los espíritus falsos. Algunos pueden hablar en idiomas desconocidos, y otros pueden entender lo que se dice en esos idiomas.
11 Pero es el Espíritu Santo mismo el que hace todo esto, y el que decide qué capacidad darle a cada uno.

Cuando entramos a formar parte de la familia de Dios, entre otras cosas el Espíritu no da un don espiritual.
Es una capacidad que tiene el propósito de ser de bendición a los otros hermanos de la familia.
Cada miembro del cuerpo es importante, cada miembro tiene uno o más dones dados por el Espíritu.

5. Nos capacita para crecer.

La llenura del Espíritu Santo es la manera como se describe la obra de Dios capacitando a los creyentes para vivir una vida transformada.
La única manera cómo podemos crecer es cuando Dios nos llena de su poder.
Es específicamente el ministerio del Espíritu Santo que da a los cristianos la capacidad de cambiar y crecer en justicia y rectitud.
¿Cómo permitimos que el Espíritu actúe en nosotros?
Haciendo morir las obras de la carne

Romanos  8: 12 y 13 NTV
Por lo tanto, amados hermanos, no están obligados a hacer lo que su naturaleza pecaminosa los incita a hacer;
13 pues, si viven obedeciéndola, morirán; pero si mediante el poder del Espíritu hacen morir las acciones de la naturaleza pecaminosa, vivirán.

El crecimiento espiritual es en definitiva un problema de quien controla nuestras vidas.
O estamos controlados por nuestra naturaleza ego centrista y egoísta.
O por el Espíritu que habita en nosotros y nos llena de su persona.

Romanos 8: 1 al 14
Por lo tanto, los que vivimos unidos a Jesucristo no seremos castigados.
2 Ahora, por estar unidos a él, el Espíritu Santo nos controla y nos da vida, y nos ha librado del pecado y de la muerte.
3 Dios ha hecho lo que la ley de Moisés no era capaz de hacer, ni podría haber hecho, porque nadie puede controlar sus deseos de hacer lo malo. Dios envió a su propio Hijo, y lo envió tan débil como nosotros, los pecadores. Lo envió para que muriera por nuestros pecados. Así, por medio de él, Dios destruyó al pecado.
4 Lo hizo para que ya no vivamos de acuerdo con nuestros malos deseos, sino conforme a todos los justos mandamientos de la ley, con la ayuda del Espíritu Santo.
5 Los que viven sin controlar sus malos deseos, sólo piensan en hacer lo malo. Pero los que viven obedeciendo al Espíritu Santo sólo piensan en hacer lo que desea el Espíritu.
6 Si vivimos pensando en todo lo malo que nuestros cuerpos desean, entonces quedaremos separados de Dios. Pero si pensamos sólo en lo que desea el Espíritu Santo, entonces tendremos vida eterna y paz.
7 Los que no controlan sus malos deseos sólo piensan en hacer lo malo. Son enemigos de Dios, porque no quieren ni pueden obedecer la ley de Dios.
8 Por eso, los que viven obedeciendo sus malos deseos no pueden agradarlo.
9 Pero, si el Espíritu de Dios vive en ustedes, ya no tienen que seguir sus malos deseos, sino obedecer al Espíritu de Dios. El que no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Cristo.
10 Por culpa del pecado, sus cuerpos tienen que morir. Pero si Cristo vive en ustedes, también el espíritu de ustedes vivirá, porque Dios los habrá declarado inocentes.
11 Dios resucitó a Jesús, y él también hará que los cuerpos muertos de ustedes vuelvan a vivir, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Esto Dios lo hará por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.
12 Por eso, hermanos, ya no estamos obligados a vivir de acuerdo con nuestros propios deseos.
13 Si ustedes viven de acuerdo a esos deseos, morirán para siempre; pero si por medio del Espíritu Santo ponen fin a esos malos deseos, tendrán vida eterna.
14 Todos los que viven en obediencia al Espíritu de Dios, son hijos de Dios.

Gálatas 5: 16 y 17
Por eso les digo: obedezcan al Espíritu de Dios, y así no desearán hacer lo malo.
17 Porque los malos deseos están en contra de lo que quiere el Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. Por lo tanto, ustedes no pueden hacer lo que se les antoje.

Efesios 5: 18 describe este poder controlador del Espíritu como  “sed llenos del Espíritu”.
“Ser llenos” es una metáfora de control

Podemos ser controlados por nuestros deseos carnales, como el alcohol, o ser controlados por el Espíritu. 

Efesios 5: 18
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
No se emborrachen, pues perderán el control de sus actos. Más bien, permitan que sea el Espíritu Santo quien los llene y los controle.

Aunque es el poder del Espíritu el que está trabajando, los creyentes debemos hacer la elección de ser controlados por el Espíritu.

Es un mandamiento “Sed llenos”

Y también: “Caminar en el Espíritu”
Gálatas 5: 16
Digo, pues: Vivan según el Espíritu, y no satisfagan los deseos de la carne.

La presencia del Espíritu es permanente, pero nosotros debemos repetidamente buscar ser llenos del Espíritu para que nos llene de poder para cambiar y crecer.

En nuestra experiencia de todos los “caminar en el Espíritu” o “ser llenos del Espíritu”  significa vivir la vida cristiana enfrentando tentaciones, tomando decisiones con una consiente dependencia del Espíritu Santo.

Él es el único que nos puede capacitar para producir buenos frutos.

Gálatas 5: 22 y 23. NTV
En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad,
23 humildad y control propio.
¡No existen leyes contra esas cosas!

Problemas y Respuestas

Cómo conocer a Dios

  • El Propósito de Dios: Es que usted tenga paz y vida eterna.
  • "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna".
    San Juan 3:16

  • Nuestro Problema: Es el pecado.
  • La Biblia dice: "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios".
    Romanos 3:22

  • La Respuesta de Dios: Jesucristo es la única respuesta.
  • El dice: "Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie llega al Padre, sino por mí".
    San Juan 14:6

  • Nuestra Respuesta: Aceptar a Jesucristo como Salvador personal.
  • "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les dió potestad de ser hechos hijos de Dios".
    San Juan 1:12

    ¿Cómo comenzar una nueva Vida?

    1. Admitir su condición de pecador.
    2. arrepentirse de sus pecados.
    3. Pedir Perdón a Dios.
    4. Creer firmemente que Jesucristo murió en su lugar y al tercer día resucitó.
    5. Invitarlo a entrar en su vida, como Salvador personal, para que tome control de su vida y todo su ser.

    "¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
    Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva". Romanos 6:3 y 4

    "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo". Mateo 28:18-19

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