El Águila
Nació para volar en las alturas. Ser única. Para ver más allá del valle y afrontar con decisión y agresividad las adversidades de la vida. Nació para ser libre, tiene la facultad de dirigir y controlar su destino.
La acción es su medio de expresión. Busca siempre la luz, volando en dirección al sol.
Su naturaleza y circunstancias la enfrentan a un reto permanente.
"Llegar a la cima de la montaña".
Este reto le permite renovar su equilibrio, recuperar su honor, viviendo cada nuevo amanecer con dignidad y orgullo. Es segura y decidida, afirma y desarrolla su espíritu, desafiando las tormentas, pudiendo sostenerse y elevar su vuelo, integrándose a ellas, gozando así de las alturas, los vientos y las corrientes.
Siente el gozo en todas las etapas de su ascenso, encuentra muchas barreras, obstáculos y peligros, pero siempre decide seguir adelante, sin titubeos ni desalientos, hasta que alcanza la cima y puede contemplar absorta la naturaleza. Desde allí mira el horizonte descubriendo el inmenso mundo con todas sus bellezas y oportunidades, reafirmando así su compromiso, su naturaleza y su orgullo, por haber desarrollado su voluntad, talentos, habilidades y valores, pues conoce su medio al que desafía con agresividad e inteligencia, sintiendo que su presencia es única y que sus actos dejarán una huella por su visión de extensión y perfección.
¿Cúal es el gran secreto de ser un águila?
La energía, la seguridad, fuerza de voluntad, la obtiene de si misma es propia, tan natural como el agua, el sol y el aire.
Haber entendido las leyes que la rigen internas y externas, saber todas las cosas de las que es capaz, mantener una búsqueda retadora hacia la realización que la engrandece y ayuda a satisfacer necesidades superiores y usar su potencia.
Si le preguntases:
¿Hacía dónde vas?
"A la cima de la montaña más alla" y estoy seguro que gritaría con emoción:
"Este es el destino de las águilas" un viaje hacia la libertad y la esperanza, pues saben que:
"Dejar de luchar es comenzar a morir".