Para creer en un Dios que todo lo puede

Te comparto esta reflexión personal para que recuerdes que lo que es imposible para ti, para Dios sí es posible.

Hay momentos en mi vida que Dios exige de mí, una entera y profunda confianza en él; digo esto porque en estos instantes estoy pasando por unas situaciones totalmente imposibles y difíciles en las que humanamente hablando no veo una solución inmediata.

La reacción desde el punto de vista humano ante las circunstancias difíciles e imposibles es verlas como olas gigantes que amenazan acabar conmigo, así como le sucedió a Pedro cuando dejó de poner la mirada en el Señor Jesús (Ver Mateo 14:28-31).

Sin darme cuenta comencé a esperar en personas o en las cosas como las fuentes de la solución antes que Dios; sin embargo ante cualquier tipo de situaciones que se me presente he de confesar lo que dice Miqueas 7:7. "Más yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; El Dios mío, me oirá".

Cuando me detuve a meditar durante 4 días en dicho versículo, el Señor me regaló muchas verdades espirituales que a continuación hago de tu conocimiento.

MAS YO A JEHOVA MIRARE.

Cuando comparo la magnitud de mi problema con la grandeza de Dios, me doy cuenta que hay una infinita diferencia entre Dios y mi problema, es decir que Dios es infinitamente más grande que todos mis problemas juntos y todos los de la humanidad. Así es, mi problema es nada ante la presencia de Dios. Que paz se produce cuando ante una situación difícil se pone la mirada en el Señor y no en lo que no está dentro de mis posibilidades resolver.

Que bendición se produce cuando se pone la mirada en aquel cuyo nombre está sobre todo nombre; ante quien toda rodilla ha de doblarse y ante quien toda lengua ha de confesar como su Señor absoluto.

Que paz inunda mi interior cuando realmente le cedo al Señor Jesús el gobierno absoluto de mis acontecimientos.

ESPERARE AL DIOS DE MI SALVACION.

No olvides que hay situaciones en las que humanamente hablando ya no se puede hacer nada; es entonces cuando aprendemos a depositar nuestra total confianza en Dios, la cual se traduce en fe, obediencia, esperanza, valentía y descanso. Con justa razón nos dice el Señor Jesús:

"Así que, no os afanéis porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal" Mateo 6:34.

Dios me está enseñando a creer, a obedecer, a esperar y a descansar en él, pero sin dejar de hacer lo que a mí me corresponde; es necesario que ponga de mi parte dando pasos de fe, sabiendo que Dios es quien hace lo demás.

"Anímate y esfuérzate y manos a la obra; no temas, ni desmayes porque Jehová, mi Dios estará contigo. No te dejará ni te desamparará hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová" 1 Crónicas 28:20

Hoy es la oportunidad en la que Dios me pide que no dude más de su poder sobrenatural; él tiene su tiempo y su método para hacer las cosas de manera sorprendente porque todo está bajo su control; jamás he de cuestionar el "como" y "cuando" de Dios.

Te invito también a que medites en Mateo 14:22-33 cuando Jesús anduvo sobre el mar.

En lo personal lo que yo aprendí en dicha meditación fue que El Señor Jesús está sobre las tempestades que azotan mi vida aunque yo no me percate de ello; como me costó aprender que la presencia del Señor es real y no una mera sugestión cuando los vientos contrarios azotan con fuerza mi vida. El hecho de saber que su presencia es mas cercana de lo que imagino, me anima a seguir adelante sobre las dificultades poniendo los ojos en aquel que hizo los cielos y la tierra; en mi Padre Celestial quien sabe de qué cosas tengo necesidad. He comprobado que para llegar a descubrir la presencia de un Dios real en mi vida es necesario que pase por el túnel oscuro y tempestuoso de la prueba.

Así es, aunque se haya levantado una gran tempestad de viento y las olas fuertes de la prueba inunden tu barca, la presencia de Dios está allí quien no permitirá que te hundas y perezcas (Ver Marcos 4:35-40).

Aunque en estos momentos no veas indicios de la presencia y de la respuesta de Dios, has de saber que el allí está contigo.


EL DIOS MIO, ME OIRA

Otra de las bendiciones que estoy adquiriendo en medio de esta crisis es la práctica de la oración; estoy aprendiendo a presentarle mis penas y alegrías; mis interrogantes y proyectos; pues en la medida que lo hago mi vida espiritual crece. (Ver Mateo 7:7-12). Así es, que importante es perseverar en la oración aunque no vea una respuesta inmediata, aunque parezca que Dios no oye, aunque todos a mi alrededor me digan que ya no hay mas que hacer; que buen momento para ejercitar la fe y para recordar todas las veces en las que Dios ha obrado con poder cuando yo no vislumbraba ninguna salida oportuna.

¿Qué sería de mí si jamás hubiese pasado por momentos como éste?

Simplemente no hubiese aprendido a experimentar lo que es la fe, el gozo, la esperanza, la paciencia y la victoria en el verdadero sentido de la palabra. Dios me conoce perfectamente y sabe que soy propenso a desanimarme y a retroceder cuando la prueba arrecia, por lo que me está haciendo ver que he de incrementar mi tiempo de oración para que viva bajo la asistencia continua del Espíritu Santo; si no oro entonces el enemigo se aprovechará de la situación para zarandearme al grado tal de hacerme caer para que no me levante.

Después de haber hecho esta meditación, he llegado a comprender muchas cosas que antes tenía veladas o no había querido aceptar; entre ellas he comprendido que es necesario pasar por el crisol purificador de la prueba para que esté consciente de los estorbos que me impiden crecer en mi vida cristiana y así su fuego consuma todo aquello que no es agradable delante de él. Al respecto de tal situación viene a mi mente aquel canto que dice así:

"Consume con tu fuego todo lo que hay en mí. Que no sea agradable a ti Y que cada día que pase te pueda yo servir con corazón limpio Señor. No te detengas Señor hasta haber acabado tu obra en mi vida. No te detengas Señor hasta haber transformado mi corazón".

Tengo la plena certeza que Dios está conmigo en estos instantes, él me lo ha confirmado por medio de su Palabra cuando la meditaba esta mañana; me ha manifestado el porqué de la prueba que estoy pasando y me ha dado los lineamientos a seguir para superarla, llegando a la siguiente conclusión: Dios desea hacer de mí un varón conforme a su corazón; por esa razón me ha introducido en el crisol de la prueba...

Para que viva por fe y no por vista. Para que viva en obediencia incondicional a su Palabra.

Para que espere en él y no en personas, recursos e influencias sociales.

Para que pelee la batalla en el nombre del Señor Jesús. Para que descanse en sus promesas las cuales tarde o temprano han de hacerse realidad en mi vida.

Aprovecho esta situación que estoy atravesando para que cuando tu enfrentes situaciones difíciles recuerdes estas palabras y consejos; aunque en estos momentos no vislumbres la solución de tu problema cree que el proceso de tu restauración ha comenzado.

únicamente renuncia hoy a toda idolatría, incredulidad y necedad para que veas resultados.

"¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el ganado, ni el árbol del olivo ha florecido; mas desde este día os bendeciré" Hageo 2:19

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