8 de marzo – Día internacional de la mujer – ¿Celebramos? ¿Lamentamos? ¿Recordamos?

“El Día Internacional de la Mujer es una fecha que se celebra en muchos países del mundo. Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar su día, pueden contemplar una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
La Carta de las Naciones Unidas, firmada en 1945, fue el primer acuerdo internacional para afirmar el principio de igualdad entre mujeres y hombres. Desde entonces, la ONU ha ayudado a crear un legado histórico de estrategias, normas, programas y objetivos acordados internacionalmente para mejorar la condición de las mujeres en todo el mundo”.
Entendemos que en el origen Dios sentó las bases de la relación del ser humano (varón y mujer) en un pie de completa igualdad –en la diferencia- y dignidad, y también de responsabilidad hacia su Creador, hacia sí mismos y hacia la creación que tenían que cuidar y gobernar juntos.

Entonces Dios dijo: Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros... Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó. Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno! (Gén. 1:26, 27, 31).

Venimos de ser, como humanidad, la obra maestra de Dios, su obra de arte perfecta. Sin embargo, a poco de andar, el diablo se dedicó a arruinar el perfecto plan de Dios desde el principio (Génesis 3).
Comienza allí el deterioro –físico, emocional, espiritual- que se prolongó a través de la historia humana. Todo tipo de males acontecen a las personas, a las familias, a la sociedad, y también a la creación. En forma dramática lo vemos en las guerras, en la concentración económica, en la opresión de los pobres, en la destrucción de la naturaleza. Pero también lo sufrimos en los conflictos interpersonales, en las enfermedades, en el dolor en todas sus formas, en el abuso de poder de los más fuertes sobre los más débiles, incluso al interior de las familias. ¡Triste realidad! "El propósito del ladrón es robar y matar y destruir..."  Juan 10: 10a
Dios no es indiferente ante el dolor de su creación. Lo demostró al enviar a su Hijo Jesucristo a morir por hombres y mujeres que perdieron el rumbo, y comenzar en El la esperanza de una nueva humanidad. “Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente” Juan 10: 10b

Parte de vivir la vida abundante, plena, que Jesús representa, es restablecer la relación entre mujeres y hombres que Dios pensó desde el principio. Una relación de equidad, de mutua ayuda y complementariedad gozosa.

Que este Día Internacional de la Mujer nos ayude a reflexionar sobre nuestras creencias y prácticas, ajustándonos a los parámetros de nuestro Dios.

Recordemos, lamentemos… ¡celebremos!
Equipo Con-Trato Amable. 
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